Internet y la libertad de expresión viven un momento muy delicado. Estamos siendo cómplices de una escalada del estado policial en la red que como poco da miedo. Hemos pasado de escuchar hablar de leyes para Internet, siempre haciendo referencia a proteger la propiedad intelectual y los derechos de autor, la excusa perfecta, a ver la acción directamente.
Actualmente parece que los gobiernos juegan a dos bandas, por un lado nos marean y entretienen hablando de leyes y por otro ya las aplican desmesuradamente como hemos visto con el caso Megaupload.
Ahora, en cuestión de días, en menos de una semana en Europa sacan sin hacer mucho ruido el paquete ACTA y se lo pasan de país en país para que cada gobierno lo firme, y sí, 22 países van y firman, entre ellos España. Mientras lloramos, EEUU prepara medidas y leyes (nos tienen hasta el moño con las leyes para aquí leyes para allá) para criminalizar las protestas de los ciberactivistas y elevarlo a nivel terrorismo. No hablo de hacking, hablo de los ataques DDoS, que no es más que una acción protesta que satura el servidor de una página en concreto mientras se hace la protesta, como el que se manifiesta pacíficamente delante de la puerta de un banco y no deja entrar ni salir a nadie.
Pero la escalada sigue. Ahora es el turno de las redes sociales porque Twitter anuncia que accederá a censurar mensajes concretos en ciertos países a petición de gobiernos. Hasta ahí podíamos llegar.
Internet, o el Internet que conocemos se está yendo a la mierda, con perdón de la expresión. ¿Derechos de autor? No me hagas reír. La represión de las personas de a pie es cada día mayor, los derechos son cada día menos, y se avecina la gran revolución. El ambiente está cada día más y más caldeado y el punto de coordinación ya sabemos cual es, Internet indudablemente. Los grandes poderosos mundiales están muy nerviosos con el despertar de sus “rebaños” de sumisos ya no tan sumisos, y no les queda otro recurso para intentar frenar esto que cortando conexiones y intentando volver a aislarnos individualmente como hemos estado hasta ahora. Pero no entienden que no nos van a frenar. La mecha ya ha prendido.
Ahora mismo se debaten en Twitter y Facebook alternativas a estas redes sociales, que las hay. Se habla de Identi.ca o status.net, que a mi parecer no son las más adecuadas. Las mejores alternativas son las redes libres como N-1, creada por el movimiento 15M o we.riseup.com, creada por el grupo de ciberactivistas Anonymous. Mientras exista Internet habrá formas, miles de formas de comunicarnos entre nosotros.
Lo que está claro y declarado es que se trata de la 1ª World War Web.
Esperadnos!
